domingo, 26 de julio de 2015

LA WEB DE LAS JERÓNIMAS: DULCES CONVENTUALES ON-LINE Y EN SU MURO DE FACEBOOK

En las traseras del Parador de Turismo, que ocupa los Palacios de los Marqueses de Torreorgaz y de los Ovando-Mogollón, está la tranquila calle Olmos, que discurre paralela al adarve de la muralla y os lleva hasta el Palacio de los Golfines de Arriba a la izquierda, San Mateo a la derecha, y de frente, su continuación natural, la Cuesta de Aldana con la célebre Casa de los Pizarro-Mogollón, conocida como Casa del Mono,

Las Madres Jerónimas no siempre estuvieron en el número seis, que fue la antigua enfermería de San Antonio, construida en el siglo XVII sobre edificaciones anteriores para servir de hospital a los frailes del Monasterio de San Francisco (todavía puede verse en la fachada de mampostería el blasón franciscano). 

Aunque se habían asentado en la ciudad en 1590 y solían ocupar el palacio contiguo a Santa María que hoy es sede de la Diputación Provincial, volvieron hace cuatro décadas para refundar el monasterio, y son hoy una comunidad multiétnica integrada por monjas jóvenes que mantienen la tradición de sus proverbiales dulces conventuales de receta secular, junto a las pocas religiosas mayores que van transmitiéndoles sus secretos. 

En 2012 decidieron hacer una web para dar visibilidad a sus dulces e incrementar las ventas. Ahora que está tan de moda el producto artesanal, hemos asistido a un auge de la demanda de dulces artesanos que no siempre acaba de traducirse en venta por los problemas de distribución. Así que en julio han dado un nuevo paso abriendo un perfil en facebook con el nombre de Monasterio Jerónimas de Cáceres. De ese modo, sus hojaldres, yemas, merengues, tocinillos de cielo y perrunillas, circulan por la red. Podéis compartirlos en vuestro perfil o tuitearlos a vuestros seguidores. Y, atención: están a punto de lanzarse a la venta online. 

De momento podéis hacer un pedido telefónico y venir a recogerlo al torno,  esa frontera mágica entre dos mundos, el de clausura y el siglo, que tanto incendiaba nuestra imaginación de niños al verlo girar.

www.jeronimasdecaceres.webnode.es/







 


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