La diseñadora revelación, Lady Cacahuete, David Delfín o la propia Alaska se encontrarían en casa en este estudio de peluquería y maquillaje que dirige desde hace unos años Iván Elías en Cáceres. Y es que, a pesar de recordarnos los vigorosos y limpios estilismos neourbanos de Corta Cabeza, Españolo o Underground, la acogedora decoración retro está en el polo opuesto al estilo industrial.
Tiene una teatralidad barroca kitsch y divertida, muy ochentera, con su muro de la fama a modo de altarcillo junto a toques de sofisticación cosmopolita refrescantes, como el caniche rosa que parece salido de la Barbie Dream House (2009), el proyecto en Malibú del interiorista neoyorkino Jonathan Adler.
Estefanía Pérez, la encargada, está organizando el trabajo del día, porque es primera hora, y doy la vuelta al imponente sillón de barbero para que me explique, mientras peinan a una señora mayor y cortan el pelo a un chico joven, de quién son las fotos pata negra que adornan el escaparate.
Niños, novias, DJs o estilistas, natural, elegante, urbano o retro, todos pueden mejorar su imagen y dejarse mimar con productos de alta gama, como la línea capilar Sebastian Professional, o los Crazy Colors de Renbow, las icónicas botellitas rosas que usó toda la generación punk británica.
Si estáis cansados de salmodiar el aburrido " lavar y marcar, o de leer en el Vanity Fair lo que es un falso Bob, es el momento de gritar desesperados: ¡Por la Dietricht, Vidal Sassoon, Divine y los Sex Pistols, Iván, te necesito!
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