Si estás de paso y aún así no puedes resistirte a la tentación de seguir ampliando tu colección de figuras de vinilo y merchandising de Star Wars, Pulp Fiction o Sons of Anarchy, este es tu sitio. Al estilo de Popland, en Madrid, o de su tienda hermana en Salamanca, aquí encontrarás todo tipo de regalos curiosos con un toque retro o geeky.
Pero queremos destacar el espacio que dedica Rubén a artistas y diseñadores locales que simultanean las exposiciones con la comercialización de camisetas, tote bags, tazas o artículos de papelería. Mirad los diseños de Spritzart a partir de monumentos emblemáticos del Casco Antiguo con un aire indie pop. Buscad sus divertidas tazas Livin' la vida Moka.
Desde el escaparate nos persiguen los souvenarts de Tete Alejandre, las irónicas cajas de arte de las series Spain is different, y Cáceres is different, que juegan en paralelo con el eslogan de la icónica campaña que cambió la imagen de España en los 60 aprovechando la reputación de país aislado y de costumbres bárbaras para darle un giro copernicano. Las imágenes que utiliza de fondo recuerdan en realidad a la campaña anterior Visit Spain, el eslogan de la posguerra que paseaba flamencas y Semana Santa con ilustraciones de Josep Morell. De ahí el guiño.
Promovido por el Ministerio de Información y Turismo, e ideado por el equipo de Fraga Iribarne o de su antecesor Luis Bolín, pretendía fomentar el crecimiento económico potenciando el turismo como motor, y lo cierto es que contribuyó a sustituir en muchas cabezas adjetivos como subdesarrollada, cutre, rancia, atrasada o pintoresca asociados a España. Era sólo diferente.
Quizás a ojos del turista medio que en los últimos años se acerca masivamente a Cáceres interesado por el patrimonio histórico y natural, la cultura o la gastronomía, Cáceres se ha sacudido los tópicos y ya es diferente. Lo ha dicho el New York Times, el Guardian, y hasta Masterchef.
Promovido por el Ministerio de Información y Turismo, e ideado por el equipo de Fraga Iribarne o de su antecesor Luis Bolín, pretendía fomentar el crecimiento económico potenciando el turismo como motor, y lo cierto es que contribuyó a sustituir en muchas cabezas adjetivos como subdesarrollada, cutre, rancia, atrasada o pintoresca asociados a España. Era sólo diferente.
Quizás a ojos del turista medio que en los últimos años se acerca masivamente a Cáceres interesado por el patrimonio histórico y natural, la cultura o la gastronomía, Cáceres se ha sacudido los tópicos y ya es diferente. Lo ha dicho el New York Times, el Guardian, y hasta Masterchef.
Buen reflejo de ello son las camisetas, que ahora tienen encinas, cerdos ibéricos o los colores de la bandera, filtrados por una nueva generación de diseñadores gráficos. Aquí encontraréis muchas. Entre ellas destacan las de Siloz, una joven empresa gestionada por Gloria López con diseños de su hermana, la artista Ana Belén López Maestre, que colabora en la Iberian Pork Parade de Badajoz con otros artistas cacereños como el grafitero Ares (Jonathan Carranza). Para expats extremeños hasta la tercera generación, o enamorados de la tierra. Porque de vuelta a casa, no todo va a ser cargar comida. Que también.
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